Hoy os comparto una de mis recetas favoritas. Es facilísima de hacer, no engorda nada y a mi me encanta: el rape alangostado.
La preparo en Nochebuena siempre. Mis nietos no me dejan cambiar el menú y tengo que poner solomillo como plato fuerte, sí o sí. Pero a mi la carne cada vez me gusta menos, así que pongo este rape como plan B. Tengo que decir que cada vez tiene más adeptos entre los adultos que, año tras año, van abandonando el solomillo… Claro que hay hasta quien se apunta a las dos cosas… Ay, así luego se ponen malos de tanto comer.
Ingredientes del rape alangostado
- 2 lomos de rape
- sal
- Pimentón de la vera
- Papel de plata
Elaboración del rape
- Empieza precalentando el horno a máxima potencia. Yo lo precaliento durante un cuarto de hora, aunque con 10 minutos es suficiente.
- Coge el papel de plata, extiéndelo sobre la mesa o encimera y echa sal y pimentón de la vera.
- Coge un lomo de rape, colócalo sobre el papel de plata y envuélvelo como si fuera un caramelo. Asegúrate que quede cerrado herméticamente. El rape tiene mucho agua y se hace con su propio jugo, por eso es importante que el papel de plata quede bien cerrado para que no se pierda el jugo.
Repetimos exactamente la misma operación con el otro lomo de rape. - Cuando tengas el horno listo. Pon los dos ”caramelos” de rape en la bandeja del horno. Introdúcelo en el horno y baja la temperatura a 180 grados. Cierra el horno y déjalo hacerse durante 15 minutos.
- Transcurridos los 15 minutos, extrae el rape del horno, deshaz los caramelos y deja enfriar el rape alangostado.
Es importante desenvolver el rape y retirar el papel de plata para que no siga cociendo. Si lo dejas cerrado, se seguirá cociendo. Hay mucha gente que incluso lo enfría en hielo. Yo no lo hago, porque considero que queda aguado.
Toque final y emplatado
Una vez que se haya enfríado el rape, lo vuelves a envolver en el papel de plata y a la nevera hasta que sea la hora de servirlo.
Corta el rape en rodajas, de centímetro y medio aproximadamente, para servirlo. Yo lo suelo acompañar de lechuguita o/y de langostinos ya pelados. Si, además, le añades una cucharada de mayonesa casera, triunfas como la coca-cola.
No es una receta lo que se dice barata, pero para una ocasión especial o para alegrarse un día (eso sí, sin mayonesa) cuando estás en medio de una larga dieta y no te la quieres saltar, es ideal.
Probad, probad, ya veréis lo rico que os sale.
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